El régimen de excepción cumple un año de implementación. Luego de 12 meses, el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Gustavo Villatoro, reconoce que siempre fue una opción como herramienta en las manos del Presidente Nayib Bukele.
“Estamos a un año de que el Presidente Nayib Bukele tomó una decisión que no fue fácil, ni antojadiza. Utilizar las herramientas que nos permite la Constitución en un Estado de Derecho y poder echar a andar un protocolo de guerra contra las pandillas no fue fácil”, afirmó.
Las pandillas habían venido utilizando la figura de “apertura de válvula” o incremento de homicidios para tratar de conseguir beneficios y demostrar su poder en el territorio.
“Venimos de una cultura de muerte donde, si no se pagaba renta o se mandaba a los hijos para que fueran parte de las pandillas o se enviaba a las hijas para tener relaciones sexuales, mataban, y eso no lo entiende mucha de la comunidad internacional y algunas organizaciones”, aseguró el ministro.
En ese contexto, el Presidente Nayib Bukele decidió enviar a la Asamblea Legislativa la propuesta del régimen de excepción, en donde el Estado tenía como objetivo recuperar el territorio que por años estuvo dominado por las estructuras terroristas.
Tras un año de ejecución, el Gabinete de Seguridad reporta 66,417 terroristas capturados y la incautación de 2,547 armas de fuego; 3,292 vehículos; 15,878 teléfonos celulares y $3 millones en efectivo.
El ministro detalló que en 12 meses de régimen de excepción el país tiene una tasa de 3.6 por cada 100,000 habitantes, luego de venir de una tasa de 106 en el año 2015.
Para el ministro, la clave del éxito de esta medida que ha despertado el interés en países de la región, es la valentía y la firmeza que ha tenido el Presidente Nayib Bukele para enfrentar a las estructuras criminales, además el compromiso asumido por los otros órganos de Estado.