En el marco del informe de segundo año de Gobierno, el Presidente Nayib Bukele reconoció los avances que el país ha tenido en materia de seguridad.
Y es que el país viene de ser una de las naciones más violentas a nivel mundial. Para el caso cuando el mandatario asumió las riendas del Ejecutivo se tenía una tasa de 50 homicidios por cada 100 mil habitantes y días de hasta 30 asesinatos diarios.
Tras la puesta en marcha del Plan Control Territorial en el primer semestre de ejecución, se logró bajar la tasa de homicidios a 36, luego a 20 y en este momento a 19 por cada 100 mil habitantes.
“Aunque todavía no tenemos los niveles de seguridad que quisiéramos… hace 2 años era impensable que El Salvador iba a dejar de ser uno de los países más violentos del mundo”, aseguró el mandatario.
Agregó que todavía el país sigue siendo violento y se sufre el embate de la delincuencia, pero: “ya no estamos entre los 10 países más violentos del mundo, antes éramos el primero en los gobierno de ARENA y FMLN”, aclaró.
Las cifras policiales indican que en el país se ha reducido drásticamente todos los delitos y principalmente aquellos que más afectan a la población.
