El Salvador alerta ante nueva amenaza
por Administrador · 15 marzo, 2021
El mundo de las drogas es un mundo cambiante; está en constante transformación y “actualización”. Es así como vamos descubriendo nuevas sustancias que afectan al organismo de maneras que aún no terminamos de conocer. Tal es el caso del fentanilo, un narcótico usado como analgésico y anestésico. Es hoy por hoy el opiáceo más potente disponible para el uso médico. Ante tal peligro, los países hacen esfuerzos conjuntos para combatir este nuevo flagelo de las drogas, como parte del trabajo de control de sustancias; por esta razón El Salvador está participando, como país, en capacitaciones y reuniones referidas al fentanilo, para tener información de primera mano y con datos científicos y técnicos. En este sentido, se entrevistó a Cristian Daniel Santos, Oficial de enlace del programa GRIDS, de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), quien formó parte de la organización de la Reunión Regional del Grupo de Expertos sobre el Tráfico de Fentanilos a través de Plataformas de Comercio Electrónico en América Latina y el Caribe.
A continuación, presentamos sus impresiones.
- ¿A qué conclusiones se llegó, luego del evento regional de la JIFE?
La reunión del grupo de expertos patrocinado por la JIFE concluyó que las sustancias peligrosas ‒como los análogos del fentanilo y los nuevos opioides sintéticos‒ ya son motivo de preocupación, al haber sido detectadas en varios países de esta región. Ha sido positivo ver cómo las fuerzas del orden y los organismos reguladores intercambian ideas con sus homólogos del sector privado sobre las formas de proteger, tanto a la población como a los clientes, de los riesgos que suponen estas sustancias peligrosas. Además del intercambio de ideas, también se compartieron herramientas de la JIFE para el uso del sector público y el sector privado, con el fin de ayudar a concienciar y proteger sus intereses.
- ¿Qué opinión le merece la participación de El Salvador en dicho evento?
Estamos muy satisfechos con el compromiso del gobierno de El Salvador. Consideramos que los homólogos salvadoreños ya han tomado un paso significativo en la creación de capacidad regional y nacional para concienciar, intercambiar información, proporcionar herramientas y conocimientos técnicos, y desarrollar información procesable que proteja a sus ciudadanos de los traficantes de nuevas sustancias peligrosas que no están bajo control internacional.
- ¿Nos podría decir cuál es la situación actual del fentanilo en la región?
Los expertos que participaron en la reunión nos hablaron de la aparición de sustancias relacionadas con el fentanilo que se encuentran en la región. Se proporcionaron ejemplos específicos de la aparición de estas sustancias en varios países que se remontan a un par de años atrás, algunos de estos casos de tráfico podrían estar relacionados con toda la región. Sabemos que los traficantes explotan varias industrias para fabricar, comercializar y mover estos productos por todo el mundo. Hay que tener en cuenta que no estamos hablando de fentanilo médico, de productos farmacéuticos legítimos, sino de variantes fabricadas ilícitamente con diferentes fórmulas químicas con el propósito expreso de evitar la ley. La región ha tenido unos niveles de concienciación relativamente bajos, ya que se ha dado prioridad a las amenazas que suponen el tráfico de cocaína y cannabis; sin embargo, la situación relacionada con las drogas sintéticas supone una amenaza importante porque se pueden fabricar en cualquier lugar, son difíciles de detectar y los márgenes de beneficio económico son elevados. Y no sólo el tráfico de estas drogas supone una amenaza, también lo hacen los precursores químicos necesarios para su fabricación ilícita.
- ¿Nos podría decir cuál es la situación actual de la venta a través de plataformas de comercio electrónico de esta sustancia?
La JIFE lidera los esfuerzos de cooperación voluntaria con la industria en los sectores del transporte, los fabricantes de productos químicos, la comercialización, las ventas en línea y, próximamente, los servicios financieros en línea. Las plataformas de comercio electrónico tienen un alcance global en la industria y son fundamentales en nuestra vida diaria, lo que se ha visto más fácilmente en el último año en respuesta a COVID-19. Sin embargo, las plataformas de comercio electrónico están siendo explotadas por vendedores que ofrecen en línea sustancias peligrosas no catalogadas, como análogos del fentanilo y productos químicos relacionados, a compradores de todo el mundo. Los vendedores ocultan hábilmente estas sustancias entre los miles o incluso millones de productos que aparecen a la venta. Como las plataformas de comercio electrónico no son expertas en drogas y productos químicos, la JIFE trabaja estrechamente con nuestros socios del sector privado y, a través de sus gobiernos, sensibiliza, proporciona información y herramientas que pueden utilizar para proteger a su personal, su reputación empresarial y sus clientes de individuos o grupos de crimen organizado que intentan explotar sus plataformas legítimas.
- Frente a un mayor consumo de este opioide sintético, ¿cuáles son los desafíos que se plantea la región para su combate?
Los retos en la región son múltiples: entre ellos, el hecho de que las drogas sintéticas pueden fabricarse utilizando diversos precursores químicos y, por tanto, ningún país de la región es inmune al tráfico tanto de las sustancias químicas como de los productos finales o de su fabricación ilícita. Los peligros que plantean estas sustancias son agudos, ya que su alta potencia significa que incluso el más mínimo paso en falso podría conducir a una sobredosis fatal para un usuario desprevenido o por alguien que manipule dichas sustancias sin saberlo. La alta potencia de estas sustancias significa que pueden enviarse en cantidades muy pequeñas, lo que evita los enfoques tradicionales de detección de riesgos que se pueden encontrar en los contenedores de transporte o de carga aérea, sino que se confía en el correo urgente o en los paquetes de mensajería, e incluso en las cartas a través del correo internacional. La detección de estas sustancias también es un reto, ya que las fórmulas químicas siguen cambiando, lo que dificulta la detección incluso con los equipos más sofisticados. La concienciación es escasa, pero los riesgos para los usuarios son elevados.
- ¿ Qué proyecciones a futuro se tienen en la JIFE respecto al tema de fentanilo?
En los últimos años hemos visto aumentar el número de sustancias relacionadas con el fentanilo en todo el mundo. Además, también hemos visto aparecer en el mercado nuevos opioides sintéticos, muy parecidos al fentanilo, pero químicamente diferentes. Sólo en el último año, el Proyecto OPIOIDS de la JIFE emitió 5 alertas mundiales a sus puntos focales relacionadas con los nuevos opioides sintéticos, algunos de los cuales son extremadamente potentes y se han asociado a muertes por sobredosis en otros países. El hecho de que existan tantas variaciones químicas diferentes de fentanilo y otros opioides sintéticos emergentes, unido a la demanda de estas sustancias por parte de los consumidores, y al hecho de que su fabricación puede tener lugar casi en cualquier lugar, hace que sea un reto para los gobiernos. Este es el caso, sobre todo, cuando los gobiernos no disponen de mecanismos flexibles de control interno de emergencia, como la programación temporal de emergencia de estas sustancias.
- Nos podría explicar, ¿cuál es el papel de la JIFE frente a sustancia estupefaciente como el fentanilo?
La JIFE tiene el mandato de garantizar que el fentanilo farmacéutico esté disponible para fines médicos y científicos legítimos. Nuestro enfoque es en prevenir el tráfico de fentanilos fabricados ilícitamente y otros opioides sintéticos peligrosos que no tienen usos legítimos conocidos. El Proyecto OPIOIDS publicó su primera edición de las sustancias relacionadas con el fentanilo sin uso legítimo conocido y la distribuyó a los gobiernos y a los puntos focales de aplicación de la ley y la normativa de todo el mundo en 2018. Desde entonces, esta lista ha crecido hasta alcanzar las 144 sustancias que circulan actualmente en todo el mundo y ha demostrado ser una herramienta inestimable para nuestros socios del sector privado, que han podido utilizar esta información para identificar a los vendedores que intentan comprar y vender dichas sustancias en línea. Al no tener usos legítimos conocidos, el comercio de estas sustancias es automáticamente sospechoso y, debido a su potencia, intrínsecamente peligroso. La lista se actualiza periódicamente y está disponible en línea. Algunos gobiernos han colocado estas sustancias bajo control nacional de forma proactiva. También colaboramos estrechamente con los funcionarios nacionales encargados de la aplicación de la ley y de la reglamentación para proporcionarles formación en materia de creación de capacidades, acceso a las plataformas de comunicaciones seguras en tiempo real de la JIFE y programas informáticos avanzados de inteligencia para elaborar perfiles estratégicos y operativos de los traficantes y conectarlos con otros funcionarios y organismos de aplicación de ley y reglamentación alrededor del mundo para identificar y detener a los trafican